DESOLACIÓN
Foto de YesPhotographers en depositphotos DESOLACIÓN Caminaba descalza por los senderos secos donde grita sin eco la perdida esperanza. El suelo era tibio, caminaba descalza. Y me envolvía el olvido con un manto de frío, sólo el suelo era tibio. Mis manos se alargaban para aferrar la nada, mis manos y mi alma se congelaban. Sólo el suelo albergaba. Mis ojos se perdían en un cielo vacío y en las luces del alba soñaba mi mirada. Sólo el suelo era tibio y también cobijaba. ¡Qué tan largo el camino! ¡Qué tan fría la nada! ¡Qué añorada por siempre una noche estrellada! Sólo el suelo era tibio y en un sendero seco yo me quedé acostada. del libro "La Vida al VIento" de Isabel Hernández Tibau