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Mostrando las entradas de octubre, 2020

FIN

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Foto: Pixabay FIN Con el último destello de cordura trato de comprender lo que sucede cuando el hombre se queda huérfano de todo. y en infinita soledad ...ve que se muere... del libro "La Vida al Viento" © Isabel Hernández Tibau

…EN EL CLUB CONCORDIA A LAS 19:00 Hs.

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  …EN EL CLUB CONCORDIA A LAS 19:00 Hs.         Nueve de la mañana.      Recién terminaba de desayunar y ya mi tía me estaba diciendo: –Vamos, vamos, sin pereza que se va la hora…-.      Es que yo estudiaba piano con mis dos tías: Teresita (Tití, que era quien me estaba apurando, y tía Nelly que era concertista y pasaba el día practicando las obras de su próximo concierto. Yo tenía el piano para mí de nueve a doce. Luego almorzaba y salía apurada para la escuela.      Me gustaba mucho tocar el piano y por eso no me costaba levantarme temprano.      Día tras día aprendía y practicaba. Quería llegar a tocar como tía Nelly.    Unos meses después, tres de sus alumnas daríamos una audición de piano y estábamos muy entusiasmadas, pero también bastante nerviositas…      ¡Llegó el día!!      Se habían repartido las invitaciones y estaba todo pronto.    Un buen rato antes de la hora estábamos con nuestros vestidos nuevos y demás,  preparadas para salir al escenario donde habían puesto el piano

HOGAR

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HOGAR      Ya les he contado que mientras escribo, miro por la ventana que da al jardín y descubro muchas cosas... ayer en la columna de la luz de la calle, vi que había un nido de hornero nuevo!! Traje los binoculares y vi el ave. Comencé a observarlo. Venía una tormenta de nubes negras y se empezaba a levantar viento. El hornero u hornera se veía inquieta, muy inquieta. Gritaba a voz en cuello!!      De pronto salía volando en un círculo y volvía a pararse en el nido mirando para todos lados sin dejar de ver alrededor. En un momento se quedó quieta mirando venir la tormenta ahora con truenos fuertes. Estuvo quieta como pensando qué hacer... y de nuevo empezó a gritar y dar vuelos cortitos, sin alejarse del nido... y de pronto ve venir a su compañero aleteando apurado. La reacción de "la" hornera fue de alivio, se le acurrucó... pero no dejó de reprocharle su ausencia y el mal rato que había pasado... Empezó a llover y ambos, como pareja enamorada, muy juntitos se pararon e