DESOLACIÓN
DESOLACIÓN
Caminaba descalza
por los senderos secos
donde grita sin eco
la perdida esperanza.
El suelo era tibio,
caminaba descalza.
Y me envolvía el olvido
con un manto de frío,
sólo el suelo era tibio.
Mis manos se alargaban
para aferrar la nada,
mis manos y mi alma
se congelaban.
Sólo el suelo albergaba.
Mis ojos se perdían
en un cielo vacío
y en las luces del alba
soñaba mi mirada.
Sólo el suelo era tibio
y también cobijaba.
¡Qué tan largo el camino!
¡Qué tan fría la nada!
¡Qué añorada por siempre
una noche estrellada!
Sólo el suelo era tibio
y en un sendero seco
yo me quedé acostada.
del libro "La Vida al VIento"
de Isabel Hernández Tibau
de Isabel Hernández Tibau
Comentarios